El frío invernal implica, como sabes, la necesidad de que extremes tu prevención, para evitar que las bajas temperaturas puedan afectar a tu salud.
En este sentido, es habitual que concentres tu atención en abrigarte al máximo, para evitar que un enfriamiento inesperado pueda desembocar en un resfriado, o generar un entorno proclive para sufrir un contagio de gripe o neumonía.
Sin embargo, esta climatología adversa no solo puede influir negativamente a la salud de tu sistema respiratorio. También debes tomar medidas para reducir el riesgo de que pueda provocar lesiones o dolencias en otras zonas de tu organismo, como es el caso de tus articulaciones.
Por este motivo, desde Vitalis Bienestar hoy queremos profundizar en este aspecto. Conoce con nosotros qué puedes hacer para cuidar al máximo tu salud articular.
Presta a tu salud la atención que merece con Vitalis Bienestar
Aunque en ocasiones no le otorgues la importancia que merece, la salud de tus articulaciones puede verse seriamente afectada a causa del frío y las condiciones ambientales propias del invierno.
Para reducir el riesgo de que esto ocurra, desde Vitalis Bienestar te animamos a que pongas en práctica, en tu día a día, estas medidas preventivas básicas:
- Para comenzar, será imprescindible que adaptes tu vestimenta a la temperatura ambiental que experimentarás en cada momento. abrígate sobre todo en las primeras horas del día y al anochecer.
- En este sentido, además de proteger de una forma específica tus manos, pies o cabeza, sopesa utilizar prendas térmicas si observas que las bajas temperaturas afectan de una forma especial a tus articulaciones.
- Del mismo modo, al regresar a casa, plantéate la posibilidad de disfrutar de una ducha caliente para recuperar lo antes posible tu bienestar corporal. Si lo haces, aplica agua durante unos instantes en tus rodillas, codos y muñecas en el caso de que detectes una posible sensación de rigidez.
- Asimismo, si percibes que este malestar persiste y se convierte en algo habitual, contacta con tu profesional médico de confianza, o con un fisioterapeuta titulado, para que estudie tu caso de una forma personalizada.
- Más allá de las recomendaciones anteriores, recuerda la importancia de evitar el sedentarismo y realizar una vida activa también en invierno. Aunque el frío puede no invitar al desarrollo diario de una actividad física, puedes ejercitarte en casa y realizar paseos cuando las temperaturas en el exterior sean más suaves y apacibles.