El hecho de velar en todo momento por la salud de tus hijos, sobre todo durante sus primeros años de vida y su infancia, es sin duda una de las mayores preocupaciones a las que estamos seguros de que prestarás atención a nivel familiar.
En este sentido, resulta totalmente normal que en los últimos meses se haya generado un considerable nivel de alerta en relación al incremento de contagios por bronquiolitis en niños de corta edad, y muy especialmente en el caso de recién nacidos.
Por este motivo, desde Vitalis Bienestar hoy queremos que cuentes con todo nuestro apoyo profesional sobre este tema. Vamos a mostrarte a continuación qué síntomas y señales pueden ayudarte a detectar si tu hijo puede haberse visto afectado por un contagio de esta enfermedad, para que puedas tomar así las medidas oportunas.
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A grandes rasgos, la bronquiolitis viene motivada por la inflamación y acumulación anormal de mucosa en los bronquiolos, una de las zonas más sensibles de nuestras vías respiratorias.
Este problema viene motivado, en la práctica totalidad de los casos, por la aparición de una infección vírica, generada normalmente por el contacto con otra persona enferma.
A partir de esta aclaración, es preciso aclarar que su detección temprana resulta notablemente más complicada en bebés recién nacidos o niños que todavía no tienen la capacidad de expresarse plenamente en cuanto a la aparición de estas molestias.
Por eso, aquí tienes un repaso de los principales síntomas que pueden serte útiles para identificar si tu hijo puede estar aquejado por un caso de bronquiolitis:
- Presencia de tos recurrente, en la que se suele percibir la expulsión de aerosoles, o gotas minúsculas de saliva.
- Detección de fatiga o cansancio generalizado, que en los bebés puede observarse en un nivel de aletargamiento por encima de lo habitual.
- Esta fatiga puede estar acompañada por la identificación de una mayor dificultad respiratoria, que en situaciones extremas puede desembocar en falta de aliento y amoratamiento de la piel, en cuyo caso requerirá de hospitalización urgente.
- Más allá de la percepción de este cambio de la tonalidad de la piel, debido a la existencia de deficiencias en la oxigenación respiratoria, los problemas respiratorios en bebés se pueden percibir mediante un ensanchamiento anormal de las fosas nasales del bebé, o una contracción excesiva de los músculos próximos a su caja torácica.
- Del mismo modo, también será necesario solicitar atención pediátrica si detectas una aceleración repentina en el ritmo respiratorio de tu hijo. Este síntoma, denominado taquipnea, se produce en aquellos casos en los que la cantidad de aire que llega a los pulmones es insuficiente y se experimenta una mayor necesidad de inhalación.
- Para finalizar, la bronquiolitis también está relacionada con la presencia de fiebre alta, que será preciso controlar de forma exhaustiva, para evitar así que pueda provocar daños internos en aquellos órganos más sensibles al incremento de la temperatura corporal.