Uno de los aspectos que generan una mayor tensión cuando tienes un hijo, y muy especialmente durante sus primeros años de vida, radica en hacer todo lo posible para detectar cuanto antes sus posibles problemas de salud.
En este sentido, es normal que prestes atención a sus diferentes comportamientos, su nivel de coordinación y a su estado de ánimo diario, con el fin de identificar aquellas señales que guarden relación con molestias o dolencias que requieran de tratamiento médico especializado.
Sin embargo, entre los problemas que presentan una detección más tardía se encuentran aquellos relacionados con la capacidad de visión de tu hijo, debido principalmente a la complejidad asociada a los elementos que te permitirán identificar sus síntomas.
Por eso, desde Vitalis Bienestar hoy queremos detenernos en este aspecto. Conoce con nosotros qué puedes hacer para tomar conciencia lo antes posible de la existencia de posibles problemas de visión que pueden afectar a los más pequeños de la casa.
Señales de alarma que te permitirán identificar problemas en la capacidad de visión de tu hijo
A la hora de observar aquellos comportamientos en tu hijo que pueden ofrecerte muestras de que presenta dificultades en su capacidad de visión y, por tanto, necesita de atención médica especializada en este sentido, desde Vitalis Bienestar te recomendamos que realices un especial seguimiento de los aspectos que te mostramos a continuación:
- En primer lugar, si quieres descartar la presencia de estos problemas durante sus primeras semanas de vida, deberás concentrar tu atención en observar si es capaz de fijar la mirada en tu rostro con facilidad durante las tomas o cuando se encuentra en la cuna.
- Del mismo modo, mientras realizas este análisis, comprueba también que su ritmo y comportamiento de parpadeo es normal, así como que sus pupilas se contraen y dilatan de forma óptima en función del nivel de luz ambiental presente en el entorno.
- En este punto, solicita atención médica urgente si detectas que presenta una hipersensibilidad excesiva como reacción a la presencia de fuentes de iluminación externas, sobre todo si realiza muestras visibles de molestia.
- Asimismo, tanto cuando son bebés como durante su primera infancia, también podrás detectar posibles problemas si percibes que se frota los ojos de forma continuada, con una frecuencia e intensidad superior a lo normal.
- Para finalizar, y muy especialmente a medida que vaya creciendo, podrás identificar una mayor probabilidad de que tu hijo sufra miopía si observas que guiña parcialmente los ojos para mejorar su visión de objetos, personas o paisajes que se encuentran a una cierta distancia.
- Para facilitar tu diagnóstico en este último caso, no dudes en utilizar el juego a la hora de realizar un primer diagnóstico, pidiéndole, por ejemplo, que te describa los detalles de objetos lejanos o, a medida que van siendo mayores, lean lo que se refleja en aquellos letreros que os encontráis al pasear.