Cuando se hace referencia a las enfermedades y dolencias que suelen tener una mayor incidencia durante el otoño, lo más habitual es que nuestra atención se dirija hacia aquellas molestias estacionales relacionadas con nuestro estado de ánimo o con problemas en las vías respiratorias a causa de cambios ambientales bruscos.
Sin embargo, y aunque no se le otorgue la atención que merece, las variaciones que se producen de forma progresiva en la temperatura y la humedad ambiental también provocan que se incrementen exponencialmente las afecciones asociadas a la salud de nuestra piel.
Así, sobre todo en las primeras semanas del otoño, resulta bastante normal que se produzca un agravamiento de aquellos problemas cutáneos relacionados con la presencia de dermatitis o acné.
Por todo ello, desde Vitalis Bienestar hoy queremos profundizar en este tema. Conoce con nosotros qué puedes hacer para controlar los síntomas derivados de las afecciones cutáneas en este inicio otoñal y reducir así sus efectos.
Toma medidas para favorecer la salud de tu piel en otoño
Si el comienzo del otoño suele provocar un incremento del picor o el enrojecimiento de tu piel, derivado, entre otras causas, de afecciones como las que hemos comentado anteriormente, desde Vitalis Bienestar te recomendamos que pongas en práctica las siguientes actuaciones:
- En primer lugar, recuerda que el cuidado y prevención de molestias en tu piel durante todo el año, y muy especialmente en los cambios estacionales, debe comenzar por tu nutrición. En la medida en que tu piel se encuentre sana e hidratada, gracias a una alimentación rica en antioxidantes, vitaminas y ácidos grasos, además de beber agua de forma frecuente, estarás contribuyendo activamente a prevenir este tipo de afecciones.
- Del mismo modo, también debes tener presente que tus hábitos de vida influyen notablemente en el estado de salud de tu piel. Descansa al menos siete horas al día, evita situaciones que te generen estrés o ansiedad y, a su vez, limita al máximo el consumo de sustancias que provoquen un empeoramiento de tu riego sanguíneo, como el alcohol o el tabaco.
- Asimismo, una vez aclaradas estas primeras recomendaciones generales, será muy importante que trates de mantener tu piel lo más hidratada posible mediante la aplicación complementaria de cremas y lociones que favorezcan su estimulación y regeneración natural.
- También será conveniente que realices periódicamente una exfoliación de tu piel, con el fin de contribuir a su oxigenación y acelerar el rejuvenecimiento celular. En este sentido, toma una especial precaución en aquellas zonas que presenten una mayor sensibilidad, ya que es preferible exfoliarlas cuando las molestias hayan remitido.
- Para finalizar, solo nos queda recordarte que no descuides tu atención en relación a la exposición prolongada de tu piel a la radiación solar. Si bien es cierto que la temperatura ambiental será más suave durante estas semanas, esto no implica necesariamente una reducción en los niveles de radiación UVA y UVB, que seguirán siendo elevados hasta bien entrado el otoño.